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Está asentado en la zona occidental de la Vega
de Guadix, una zona conocida como La Accitania, muy cerca de la
confluencia de los ríos Guadix y Fardes (Junta de los ríos), a 870
m. de altitud. El terreno que lo rodea es arcilloso, quebrado por
las angostas cárcavas, donde la mano del hombre ha ido excavando
numerosas cuevas como en todo la Comarca de Guadix, provocando un
paisaje muy espectacular.
La Accitania constituye uno de los asentamientos humanos más
antiguos de Europa, como atestigua la gran continuidad de horizontes
culturales registrados en la comarca. Muy cerca de Benalúa de Guadix
(aunque en el término municipal de Fonelas) se hallan los
yacimientos de Solana del Zamborino (Paleolítico) y Cerro del Gallo
(cultura argárica) donde se han encontrado restos fósiles de
animales objeto de caza por parte de los pobladores paleolíticos,
junto con industria lítica, así como restos de cerámica y útiles de
cobre argáricos, respectivamente.
Algunos historiadores sitúan el poblamiento íbero y romano de Acci
cerca de Benalúa, pero los restos hallados lo sitúan en el actual
Guadix, teniendo Benalúa su origen en población autóctona inserta en
ese poblamiento disperso que debió ser el Acci prerromano, en el que
los poblados ibéricos coronaban las colinas de la comarca cercanas a
la vega y la cuenca minera del Marquesado del Cenete. Cuando se
funda Acci en el s. I, Benalúa es un asentamiento disperso
organizado longitudinalmente a lo largo de la Vía Augusta.
A partir del s. VIII, con la llegada de los musulmanes, en Benalúa
de Guadix se establece la tribu de los Ragi’a. Por entonces Benalúa
era una alquería de las que integraban el amplio distrito de Wadi-as
(Guadix), dedicada a la explotación agrícola y formada por un
conjunto de cuevas protegidas por torres.
Con la reconquista el hábitat se hace más disperso aún
distribuyéndose la población en cortijadas más o menos grandes. En
el s. XVII Benalúa cuenta ya con una ermita propia, aunque
dependiente de la Parroquia de Fonelas, en cuyos libros registrales
existen constancia del asentamiento de vecinos en Benalúa a partir
del año 1675. En el s. XVIII Benalúa es una aldea del Partido de
Guadix bajo el mayorazgo del Conde de Alcudia. En 1836 se forma el
Ayuntamiento de Benalúa y comienzan 50 años de pleitos con Guadix
que se negaba a reconocer la segregación de la pedanía. Con los
albores del s. XX llega el ferrocarril y a principios de siglo se
construye la fábrica azucarera, auntentico motor del desarrollo del
pueblo durante gran parte del siglo.
Aparte de los yacimientos arqueológicos en el cerro del Gallo, las
Terreras, Cortijo del Tablar y otros, el principal monumento de
Benalúa es la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carmen que
está formada por la unión de dos templos: uno del siglo XVI que es
hoy el crucero y otro del XIX en estilo neomudéjar, recientemente
restaurado con aportaciones populares. También hay que destacar
numerosos edificios de tipo fabril y las barriadas de viviendas
cuevas, así como la antiquísima ermita que sirve como sepulcro a los
restos de San Torcuato, que fue patrón del municipio en épocas
anteriores. (fte. enciclopedias) |